La timidez es una realidad tremendamente extendida. Muchos la consideran una dificultad anecdótica, benigna o incluso agradable, pero en un grado excesivo afecta a una de cada dos personas en los países occidentales. Puede ser visible y observable, pero también puede pasar desapercibida. Puede extenderse a casi todas las situaciones cotidianas o afectar solo a aspectos muy concretos.