¿Qué ocurre cuando lo que ha sido tu vida, todo aquello que te
rodea (las calles, los paisajes, los nombres de las cosas y de las
personas) solo sobreviven en tu recuerdo? Emilio, el último
habitante de un pequeño pueblo, vive ajeno al mundo que existe
más allá de sus tierras.
Barbecho nos conduce por el último siglo
de una historia rural, llena de costumbres y personas que ahora
ya han sido olvidadas. Con Emilio, presenciamos el duelo por
esta España vieja, dura y dulce a partes iguales, indisoluble de su
paisaje que, en su incompatibilidad con el mundo moderno, ha
sido paulatinamente vaciada.