En la habitación verde y tranquila, dentro de su cama se encuentra un conejito. 'Buenas noches, habitación tranquila. Buenas noches, luna' Y todas las cosas familiares tenuemente iluminadas - al cuadro de los tres osos perezosos sentados en sus sillas, a los relojes, a los calcetines, a los gatos elegantes y a los guantes, a todas las cosas, una a una- el conejito da las buenas noches. En este clásico de la literatura infantil, apreciado por generaciones de lectores, la pausada poesía de las palabras y las suaves y apacibles imágenes se combinan creando un libro perfecto para el final del día. Cuando Buenas noches luna apareció por primera vez en 1947, la New York Public Library se negó a comprarlo porque un revisor interno lo desestimó por ser demasiado sentimental. El libro se vendió bastante bien en las librerías hasta 1953 en que las ventas comenzaros a subir debido a las recomendaciones boca a boca de los padres.. The New York Public Library finalmente realizó su primer pedido en 1973.