En los felices años veinte, en la era del jazz, la ciudad de Nueva York es el centro del universo. Hay música desenfrenada, noches en blanco y champán a raudales; hay contrabando, tiroteos y bonanza económica; y además está Gatsby. Jay Gatsby, enigmático, millonario y hecho a sí mismo, que organiza fiestas de ensueño en su babilónica mansión de Long Island, bailes a los que acude el mundo entero. Y eso incluye a la arrebatadora Daisy Buchanan, la mujer que una vez lo amó, antes de que la abandonase para luchar en Europa, antes de que permitiera que se casara con otro, tan deslumbrante, tan imposible de recuperar como lo es todo tiempo pasado...
Una de las grandes novelas de la literatura estadounidense del siglo XX que se ofrece aquí en una nueva traducción, una obra única que, como escribe Jesús Ferrero en su esclarecedor prólogo, «hay que abordar como quien se adentra en un espacio oscilante y mágico, donde todo está matizado y sugerido hasta el dolor y la extenuación, y donde el lenguaje discurre como música de jazz, emitiendo en cada párrafo la luz resplandeciente y líquida de la más profunda y evanescente melancolía».