Esta es la última novela que escribió Thomas Bernhard y está considerada su obra magna, la que reúne todo lo mejor de un escritor incomparable.
Franz- Josef Murau padece una obsesión y una especie de «complejo de lugar natal» que bien podría resumirse en un solo topónimo: Wolfsegg. Allí crecií Murau, contra Wolfsegg tuvo que desarrollarse y de allí hubo de huir. Ahora, instalado en Roma, se ve obligado a volver tras la muerte de sus padres y su hermano en un accidente de automóvil. El rechazo del lugar más detestado le hace comprender, no obstante, la necesidad de superrar ese odio corrosivo. Quizá pueda curarse escribiendo sobre Wolfsegg, el lugar sobre el que ahora le ha tocado poner orden, y esos apuntes llevarán el título de "Extinción". Su único objetivo es aniquilar el tema del que se ocupan, dejar sin raiz ni sentido rodos los significados de la palabra Wolfsegg.