Partiendo de la figura del Minotauro, Gospodínov construye un laberinto de historias sobre su familia, saltando de una era a otra, de una identidad a otra, para recorrer los meandros de la memoria individual y colectiva de su país y de todo el continente.
El libro agotó su primera edición en un día y se convirtió en el más vendido en Bulgaria en 2012. Finalista de los premios Strega y Gregor von Rezzori, y ganador de prácticamente todo premio posible en su país, Física de la tristeza reafirma el lugar de Gueorgui Gospodínov como uno de los escritores más audaces de la literatura europea contemporánea.