A su vuelta de los EEUU, Josh sigue sobrecogido por los descubrimientos que ha hecho allí. Con la ayuda de su amigo Alex y de Kyle, un antiguo agente del FBI, decide seguir su investigación en Nueva York. Para ello se servirá de sus poderes telepáticos, sin importarle los riesgos a los que tenga que enfrentarse con el fin de desvelar los misterios de un pasado que le ha sido robado y de un complot mucho más amplio de lo que hubiera podido imaginar.