Kostas Jaritos es todavía un novato en su nuevo puesto como director de Seguridad del Ática. Para colmo, uno de sus principales valedores, el ministro del Interior, ha dejado su puesto y han nombrado a otro con quien Jaritos todavía no ha trabajado. Entretanto, en la universidad de Atenas se ha desatado una revuelta estudiantil. A Jaritos le preocupa la situación, pero aún le preocupará más cuando le informen de que, durante los disturbios, han asesinado a un prestigioso profesor de matemáticas que impartía clases en la Facultad de Economía. De inmediato, el foco se dirige hacia los allegados de la víctima y, sobre todo, hacia sus alumnos, pues no gozaba de gran popularidad. Pero ¿era odiado hasta el punto de que un universitario deseara su muerte? Y, yendo más allá, ¿a qué presiones y problemas se enfrenta la juventud de hoy en día? Por desgracia, la cosa no acaba ahí, y Jaritos y su sustituta al frente de la Brigada de Homicidios, Antigoni Ferleki, se internan en una investigación donde los límites entre víctimas y verdugos son más borrosos que nunca.