El escritor emprende un viaje a pie por el condado de Suffolk, en la costa este de Inglaterra, para llenar el vacío que se ha apoderado de su interior al haber concluido un trabajo importante. A la vista de paisajes solitarios y pequeñas poblaciones se topa con vestigios de un pasado que le remite a la totalidad del mundo, enmarcado en multitud de épocas, espacios y personajes diferentes. Sebald funde magistralmente la autobiografía con la descripción y redacción de historia e historias, anécdotas, conjeturas y recuerdos a caballo entre la realidad y la ficción. En su viaje le acompañan varios personajes a los que les concede la palabra: Thomas Browne, Chateaubriand, Swinburne, Joseph Conrad, Borges...