Christian Stern, un joven alquimista, erudito y ambicioso, llega a Praga en el amargo invierno de 1599 con la intención de hacer fortuna en la corte del Sacro Emperador Romano, el excéntrico Rodolfo II, sobrino de Felipe II. La noche de su llegada, borracho y perdido, Christian tropieza en el Callejón del Oro, junto al castillo, con el cuerpo de una joven tendido en la nieve. Vestida de terciopelo y con gorguera de encaje, luce en el pecho un gran medallón de oro y un profundo tajo a lo largo del cuello. Christian entrará al servicio del emperador, quien pronto le confía la tarea de resolver el misterio del asesinato, pero a medida que se acerca a la verdad advierte que su propia vida está en grave peligro.