La defensa a ultranza de una educación moderna y emancipadora, de enfoque humanista y con un papel clave reservado a la filosofía.
Emilio Lledó, uno de los más relevantes pensadores españoles de nuestro tiempo, ha situado la educación en el centro de su filosofía, y esta prioridad teórica es coherente con su trayectoria vital, en la que la práctica docente (en distintos niveles educativos y países) también ha sido central. El ideal pedagógico que defiende se alimenta, en parte, de unos sólidos cimientos filosfóficos, pero tambiñen en una larga experiencia en las aulas.