Carla y Vito se casaro jóvenes y tuvieron pronto dos hijos, Nicola y Rosa, que ya son mayores de edad. Vivían en el apartado barrio de Pigneto, en Roma. Mucho después llegó la tercera hija, Mara. Durante décadas, Vito se mostró como un tipo obsesivo, celoso y violento, un maltratador que golpeaba a Carla a la menor ocasión. Hace un tiempo que Carla, con 36 años, consiguió el divorció, pero las amenazas nunca cesaron. La acción de la novela empieza con la fiesta del tercer aniversario de Mara, a la que Vito ha sido invitado por la insistencia de la pequeña.