La lucha de un hombre anciano por hacer las paces con su vida. A Bo se le acaba el tiempo y, a la vez, tiempo es una de las pocas cosas de las que dispone. El cuerpo le falla, su mujer tuvo que ingresar en un centro para personas con demencia y su tranquila existencia solo se ve alterada cuando le visitan sus cuidadoras. Afortunadamente, todavía disfruta de la compañía de su amado perro Sixten. Cuando su hijo insiste en que el perro debe mudarse, la amenaza de perderlo despierta en el viejo Bo un torbellino de emociones que le hará recordar su vida, replantearse la relación con su hijo y la forma en que expresa su amor. Con su primera novela, Lisa Ridzén logra un texto sencillo, cálido y sentimental sobre la vejez y las diversas formas en que nos comunicamos con la gente a la que queremos.