Cuando se conocieron eran jóvenes y estaban llenos de esperanza. Aunque ambos vivían en Nueva York, solían enviarse cartas en las que imaginaban cómo sería su futuro. El remitente era siempre el mismo: Departamento de especulaciones. Se casaron, tuvieron un hijo y sortearon como pudieron los pequeños obstáculos de la vida familiar. Pero imperceptiblemente algo ha ido cambiando. Han aparecido miedos y dudas que ponen en cuestión todo cuanto tienen. En un intento de encontrar el punto en el que se equivocaron de rumbo, la esposa echa la vista atrás para tratar de adivinar qué se ha perdido y qué puede salvarse todavía.
Con un estilo despojado y exacto que destila rabia e ingenio, invocando, entre otros, a Keats, Kafka, Einstein o a los cosmonautas rusos, Offill compone una exquisita y potentísima historia de amor. Considerada por la crítica norteamericana como una de las novelas más importantes de los últimos años, Departamento de especulaciones es el retrato de un matrimonio, pero también una indagación en el misterio de la condición humana. Una novela que se devora de una sentada pero que permanece en el lector mucho tiempo después de haberla terminado.