Esta es la historia de Hércules... No, no del Hércules de la mitología griega, sino de una mascota, de un hámster. No es fuerte, sino pequeño, suavecito, desaliñado y tan vago que hasta le da pereza correr en la rueda de su jaula. Entonces, ¿no te parece increíble que sea capaz de asustar a toda la ciudad, aplastar coches y pisotear un mercado en busca de deliciosa comida? ¿Que cómo puede ser? Acércate, amiguito, que te lo voy a contar....