El mundo lírico de esta joya de la literatura universal que es El Jardinero tiene por paisaje físico los sentimientos más primordiales y puros: en el espacio concreto de una comunidad campesina arcaica que se debate con los problemas cotidianos de la supervivencia, surge el canto del amor: hermosas canciones de enamorada, melancólicas quejas de amante, y anhelos apasionados en escenas estilizadas.