Una estancia en el valle persa del río Lahr, es la excusa para reelaborar un texto anterior y convertirlo en el espejo de sus dramas íntimos. La de Annemarie Schwarzenbach fue una vida corta pero intensa marcada por la angustia existencial, la homosexualidad, las drogas y la búsqueda de la identidad en largos viajes por Persia y Oriente, Europa, Estados Unidos y África. La inseparable amiga de Klaus y Erika Mann, la compañera de viaje de Ella Maillart, la amiga de Malraux y la gran pasión de Carson McCullers traza en estas páginas su relato biográfico más intimista y el más osado debido a una sinceridad implacable. La vida en este valle, recreada años después, se convierte en una alegoría de la soledad, el amor y la muerte, pero también del esfuerzo por sobrevivir a pesar de verse a sí misma -perdida, apátrida, a merced del viento, del frío, del hambre... siempre sola, empujada hasta el mismo borde del abismo-. El recuerdo de lo vivido en este lugar, donde parecen acabar todos los caminos, será también un acicate para renacer y extraer de la memoria y las experiencias pasadas nueva energía para seguir adelante.