En una pensión alemana es su primer libro, y aunque pasara casi desapercibido en su momento, encontramos ya en él a una narradora dueña de un mundo y de un estilo, aunque no sean aún exactamente los de su temprana madurez. Cuentos directos y punzantes, sarcásticos e incluso hirientes, aunque también, a menudo, llenos de una recóndita ternura en los que se nos muestran, con todas su irisaciones, sutilezas y matices, la contradictoria naturaleza del género humano.