En la línea de Soy Zlatan Ibrahimovic y Open de Andre Agassi, Frágil es una autobiografía cruda, honesta y reveladora sobre la vida de uno de los grandes futbolistas de todos los tiempos.
«Siento que ha llegado el momento de contar mi historia. Mi verdad. La historia que jamás he contado. No tendré piedad de nadie, y menos de mí mismo.»
En 1995 Marco Van Basten dijo adiós oficialmente como jugador de fútbol a la edad de treinta años. No había podido jugar en el AC Milan los dos últimos años debido a una persistente lesión en el tobillo producida diez años atrás. Tras su despedida, Van Basten se tomó varios años de descanso, retirándose como figura pública para concentrarse principalmente en el golf. Nunca le gustó ser foco de atención, pero ahora que no tiene un papel importante como futbolista, la decepción y la frustración es más grande que nunca. Decepcionado de una carrera que no pudo seguir desarrollando; incomprensión y enfado en relación al tratamiento médico de su lesión crónica, el fracaso de los médicos, su propio rol durante su carrera.
¿Qué te queda cuando ya no eres la persona que fuiste durante años, el futbolista, el mejor jugador del mundo? En 2003, ocho años después de su retirada como futbolista, Van Basten hizo el curso de entrenador y se convirtió en el entrenador del filial del Ajax, del equipo nacional de Holanda y de nuevo del primer equipo del Ajax. En Mayo de 2009, después del último partido de la temporada, renunció. La experiencia le dejó un sabor agridulce, de estrés y de poco poder en la gestión del equipo.
A pesar de su fama mundial, Marco Van Basten ha sido siempre una figura misteriosa, un enigma, alguien que siempre ha mantenido sus cartas pegadas al pecho. Ciertamente inteligente, analíticamente brillante, elocuente, pero a la vez, aparentemente impasible. En Frágil demuestra lo contrario. Un libro exhaustivo, crudo y honesto, pero sobre todo, un libro que revela su vida: su juventud, la complicada relación con sus padres, su propia familia, su carrera; la locura en Italia, la Eurocopa de 1988, su relación con Johan Cruyff, la dolorosa historia de su tobillo y los impensables contratiempos económicos.
En el mundo de Marco Van Basten no existen las medias tintas, no ha dejado de contar nada, no hay nada más que la verdad, sin importar lo dura que ha sido su vida en ocasiones, especialmente para él mismo.