Jonas tiene solo doce años cuando su padre, un judío burgués, es detenido, acusado de haber conspirado contra el régimen comunista que se impone en Checoslovaquia desde 1949. Comienza así la pesadilla de un chico marcado por la infamia, víctima de una sociedad totalitaria en la que la paranoia y las delaciones están a la orden del día. Sin ser consciente del peligro, Jonas estrecha lazos con un pequeño grupo de contestatarios que animará más tarde el intenso y luminoso periodo del 68.