Si hay una poeta que ha ejercido una influencia decisiva en el auge y la renovación de la poesía en castellano del siglo XX y comienzos del XXI es Cristina Peri Rossi. Su obra, subversiva, lírica o erótica, alegórica o narrativa expresa las emociones, los estados de ánimo, las ideas y los grandes mitos de todos los tiempos, desde la Torre de Babel hasta Facebook pasando por los conflictos más dolorosos (el exilio, la soledad) o los más fervorosos: el amor sensual, carnal, y su mitificación: Isolda tanto como Mina o Milva o Lara Fabian. Mitificación y desencanto irónico, ambas son las pulsiones, junto al erotismo y la voluptuosidad que atraviesan toda su poesía, y establece una corriente de comunicación con el lector o la lectora inmediata, pero permanente.
Leemos sus poemas como en misa o como en una parodia irónica de la vida contemporánea, con el fantasma de la soledad al fondo, como última instancia de toda experiencia humana, ese viaje experimental. Feminista, su obra es un canto a las mujeres y a las palabras, que para ella, son la misma cosa.
Prólogo de Lil Castagnet