Escrita bajo la influencia de Dostoievski, La celda de cristal combina el mis terio típicamente highsmithiano con una penetrante crítica de la devastación psicológica que acarrea el sistema penitenciario. Falsamente acusado de fraude, el tranquilo e ingenuo Philip Carter es condenado a seis solitarios años de prisión, durante los cuales se entrega a un consumo destructivo de drogas. Cuando es puesto en libertad, se ha vuelto más suspicaz y violento. Para aquellos que lo rodean, recuperar su confianza puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. La celda de cristal ofrece un retrato crudo, sombrío y persuasivo de la vida diaria en la prisión, y de las consecuencias para aquellos que la viven, que resulta tan relevante hoy como lo era cuando el libro se publicó por primera vez en 1964.