La educación del estoico, atribuido por Pessoa al Barón de Teive es acaso uno de los texos más paradigmáticos del escritor lisboeta y donde Pessoa se muestra en su mayor desnudez. Escrito en 1928, es contemporáneo a Tabacarina y precede a Libro del desasosiego, en el momento en el que el genio pessoano se encuentra en su mayor lucidez personal y creativa. Advirtiendo la futilidad de la vida y la cercanía de la muerte, el Barón de Teive -bajo cuya personalidad se esconde el propio Pessoa- se acerca al imaginario de la muerte, con decisión y estoicismo, pues sólo en ella logra superar la contradicción que le aflige, como si sólo con el suicidio se puediesen aunar la dignidad del condenado a muerte y la resolución de los vencedeores.