Un retrato del París de los años veinte a través de la relación entre una madre y una hija: la novela más autobiográfica de Irène Némirovsky.
Aquí, Irène se convierte en Gabri, una chica de diecisiete años que se rebela, con toda la fuerza confusa de la adolescencia, contra una madre indiferente, una mujer coqueta en decadencia que lidia con su último amor. Con el París de los años felices años veinte como telón de fondo, la historia sigue el terrible aprendizaje de Gabri sobre una feminidad dividida entre deseos nacientes y una soledad irreductible, donde el rostro de la persona odiada se vuelve cada vez peor para la joven. Una novela de iniciación en la que Irène Némirovsky no perdona a esta madre que guarda un sorprendente parecido con la suya y cuyo retrato pinta como una coqueta tan vanidosa como cruel. Toda una sociedad desorientada renace así bajo la ácida pluma de una autora emblemática del período de entreguerras.