Inglaterra, verano de 1959. Stella Raphael es una mujer bella e inteligente que, en apariencia, lo posee todo: un marido ambicioso y triunfador, un hijo adorable y un hogar cálido. Pero se siente frustrada, harta de la vida solitaria que lleva en la casita junto a la verja del manicomio de alta seguridad a las afueras de Londres donde trabaja su marido. El equilibrio mental y vital de Stella se rompe cuando entra en su vida un paciente, Edgar Stark, un escultor, un artista en busca del modelo perfecto, recluido por el asesinato de su esposa. A pesar de su inestabilidad -paranoico y celoso-, Edgar posee encanto, imaginación, creatividad y atractivo sexual. Y ofrece a Stella todo lo que el marido de ésta no ha podido darle: pasión, excitación y riesgo.
El amor obsesivo, la decepción, la locura y el desasosiego impregnan esta novela, narrada con sencillez y una sensibilidad cinematográfica, pero de gran riqueza psicológica, que ha sido aclamada por la crítica anglosajona.