Alabada unánimemente por la crítica como una de las obras más singulares, bellas y profundas de la literatura del siglo XX y considerada a menudo la primera novela posmoderna, "Memorias de Adriano" marcó un hito en el género de la narrativa histórica y descubrió al mundo una auténtica maestra del arte narrativo.
La espléndida traducción de Julio Cortázar ha contribuido a atraer constantemente a nuevos lectores interesados en el emperador del siglo II, "casi un sabio", que fue tal vez uno de los últimos espíritus libres de la Antigüedad.