LA TIERRA LLAMA
La Tierra le dio un grito
que lo abrochó por la cintura
y él por fin supo
la respuesta del acertijo.
Sabemos ciertas cosas
de la vida y la muerte
él sabía que debía volver
a la tierra.
Esta poesía, como primer período literario de Fitzgerald, responde a una etapa de formación del autor con la que este busca su propia identidad y su propia voz con sentimientos subjetivos donde la obra de arte, como proceso lírico, tiene una marcada vocación de universalidad. De ahí que el hablante lírico a menudo parece olvidarse de sí mismo para abrazar la poesía como obra de arte intimista, directa y mágica, mediante unos procesos líricos que tienen sus orígenes y raíces en las experiencias más íntimas del poeta, que parece sumergirse en una actividad instintiva nacida de una predisposición natural hacia la fantasía como estímulo del alma y el sentimiento más puro de su creador.