Las Sideraciones constituyen el hilo de la continuidad difícil de la vida cuando su atención va cayendo en las profundidades que todo lo del mundo ofrece a quien sabe y quiere ver sin miedo a ver. Es un género literario como el de las Misceláneas, de Sahftesbury, o los Pensamientos, de Pascal, o el Glosario, de D'Ors, o el Juan de Mairena... Lo descubre el escritor no bien se le apodera la misericordia como movimiento hacia un entender com-pasivo de todo lo del hombre y el mundo para ennoblecerlo y devolvérselo al derrotado cual prenda de un futuro mayor y mejor -Salvarse es en este Universo encontrarle a todo gesto paralelismos, contrastes, ritmos, reflejos, deslumbres y sorpresas- el lugar, en suma, a cada respiro de lo humano.
Las Sideraciones brotan y emanan inevitablemente de una filosofía o teología 'samaritana', cual la que el autor confiesa con toda el alma profesar.