Un relato autobiográfico que es también la historia del siglo XX a través de la mirada inteligente, evocadora y vitalista de Manuel Vicent
«La vida, como el violín, solo tiene cuatro cuerdas: naces, creces, te reproduces y mueres. Con estos mimbres se teje cada historia personal con toda una maraña de sueños y pasiones que el tiempo macera a medias con el azar». Un niño se sube por primera vez a uno de los caballos de cartón de un tiovivo sin imaginar que esa manera de galopar, arriba y abajo, siempre una vuelta más, presagia todo lo que va a cumplirse a lo largo de los años. La música, las canciones, las lecturas, los perros, los automóviles y el mar —siempre el mar— se trenzan con los sueños, los amigos, los amores, las heridas y los momentos de belleza que conforman una vida. Ficción y autobiografía se entrelazan en este libro en el que Manuel Vicent, uno de los más agudos cronistas de nuestros días, aborda de manera evocadora y muy literaria la historia reciente de España y muestra una visión propia —vitalista, sensorial y nostálgica— de la existencia y del paso del tiempo. Hay recuerdos alegres y agitados, hay memoria del pasado, felicidad y rebeldía. Y también sueños cumplidos y derrotas inexorables.