«Voy a contar como testigo la apasionada vida de Amedeo Modigliani, artista angustiado que combatió la desgracia con toda su innata nobleza; la apasionada vida de Amedeo Modigliani, cuyo destino se cumplió en Francia y que en su miserable lecho de muerte susurró: "Cara Italia!"». Artista genial, Amedeo Modigliani llegó a París desde la lejana y luminosa ciudad toscana de Livorno y vivió con intensidad «les Années folles» de Montparnasse, nuevo centro de la bohemia artística. Fallecido con treinta y cinco años a principios de la década de 1920, consumió su vida entregándose con el mismo frenesí a la creación artística y al amor, como si confiara en desafiar a la muerte haciendo que cada instante valiera el doble. El poeta y crítico de arte André Salmon, amigo y compañero de Modigliani, recuerda al pintor en este libro, en el que, como si de una novela se tratara, pinta un magnífico fresco de la extravagante y tumultuosa vida en París a principios del siglo xx.