La vida de Hannah cambió por completo cuando su madre se volvió a casar y cumplió su sueño de abrir la pastelería Azúcar y Canela. Ahora vive en una ciudad diferente, va a otro colegio, tiene dos hermanas pequeñas y un grupo de nuevas amigas. ¡Todo un reto!
Hannah está preocupada con la pastelería: ¡no parece que el negocio acabe de arrancar! Además, su madre está siempre trabajando y ya no pasan tanto tiempo juntas. Pero Hannah no se queda cruzada de brazos: ha pensado en una estupenda campaña publicitaria y para ponerla en marcha cuenta con la ayuda de sus nuevas amigas.