Los cuentos de John Cheever son el gran testigo literario de la lcase media-alta en los Estados Unidos de la posguerra. Conocido como "el Chéjov de los suburvios", Cheever fue el gran cronista de ese territorio casi mitológico formado por las zonas residenciales y sus jardines, un espejismo a la sombra de la Guerra Fría, escenario de las glorias y las pelas de familias bien estantes que, entre la hipocresía, la comodidad y el tedio, conforman el retrato perfecto de todo un país que anhela mirar al futuro para tapar las heridas de la Segunda Guerra Mundial.