Un libro imprescindible para los fieles del gran Joseph Roth, pues incluye dos relatos muy poco conocidos junto a su obra maestra La leyenda del santo bebedor
«Bajo la influencia del alcohol era un hombre alegre y optimista, capaz de culminar las tareas más brillantes y precisas, y así llenaba una página tras otra con su hermosa y firme letra. Trabajaba casi siempre en las terrazas de los cafés, y nunca se impacientaba cuando alguno de sus amigos, que eran muchos y de las más variadas naciones, razas y capas sociales, se dejaba caer por allí para interrumpirlo. Había vivido varios años en Berlín, pero, cuando Hitler asumió el mando de la cancillería alemana, Roth abandonó definitivamente la ciudad para entregarse a una vida de cafés parisinos que emulaba la de Verlaine».
Así presenta Friederike Zweig a su amigo Joseph Roth en el texto que prologa esta edición, compuesta por tres joyas del escritor nacido en el Imperio austrohúngaro: «El alumno aventajado», «Barbara», y una de sus obras más conocidas y leídas, «La leyenda del santo bebedor». Un escritor esencial al que siempre es un placer regresar.