Un joven poeta ruso ha sido asesinado durante un atraco que, al parecer, ha salido mal. La muerte coincide con la visita a Edimburgo de una delegación comercial rusa, y hay gente muy poderosa que quiere ver el caso cerrado cuanto antes. Pero ese no es el estilo del inspector John Rebus. No va a arrinconar un caso que huele a podrido solo porque alguien se lo aconseje. Aunque eso signifique buscarse problemas serios poco antes de su jubilación.