Lila y Miguel terminan varados en un lugar idílico frente al mar, recientemente asolado por una gran sequía. Allí esperan la llegada de Antigua Padilla, una buscadora de agua de quien se dice que tiene el poder de atraer a los jaguares. Atrapados en un tiempo sin medida, oyen hablar sobre curanderas con pies de elefante y fuego en la boca, peces que comen ojos, flores del sueño y leyes impuestas por fuerzas invisibles. No sólo serán desafiados por la comunidad de nativos, sino también por sus propias limitaciones, pues en ese lugar hermoso y terrible salen a la luz los aspectos más hondos e inquietantes del alma humana. Una novela sobre el choque de dos mundos, sobre domadores domados y la mirada miope de los citadinos que pretenden habitar un entorno salvaje.