Hipersueño es un tour de force literario que desafía a la más implacable de las certezas humanas -la muerte llega al final y ese es el final- interpelando al óbito para que no suponga de forma inevitable el final de la vida. Hélène Cixous sostiene esa frágil incredulidad gracias a la pura fuerza de su audacia poética y a su estilo único de escritura-presente, y reinventa todas las formas narrativas preestablecidas con su extraña puntuación, su cierta agramaticalidad y sus palabras fundidas que se abren hacia múltiples significantes, sorpresas de sentido, o giros sobre lo inesperado. Y crea a partir de ella una nueva forma de poder abordar el duelo, pero también el porvenir, en una tragedia-con-comedia situada en un tiempo entre los tiempos, entre la partida de su gran amigo Jacques Derrida y el acompañamiento de su postrada madre, que se sueña como un tesoro de la literatura desde un sommier comprado a un tal W. Benjamín en 1934.
Hipersueño es una novela que vuelve sobre la pregunta o el momento de la muerte, dependiendo de ella, esperándola, viviendo de ella, ocurriendo a la vez antes y después, pero al mismo tiempo volviéndose contra ella, performativamente, como una interrupción que también puede ser interrumpida.