Segunda entrega de la Trilogía instantánea de Madrid tras la notabilísima Cómo dejar de escribir, Esther García Llovet se confirma aquí como extraordinaria retratista de un Madrid que no sale en las guías turísticas, de la ciudad marginal de altas horas de la madrugada, poblada por personajes escurridizos e inquietantes.
Una novela breve y contundente, escrita sin florituras y con diálogos como cuchillos, que avanza sin tregua con una estructura de thriller en la que de tanto en tanto asoma un clima surreal, con imágenes y situaciones dignas de un David Lynch en estado de gracia tras ingerir algún brebaje castizo.